Fotografía del profesor Néstor Fernando Ríos
Un saludo para todos.
Decía John F. Kennedy: “Siempre hay que encontrar el tiempo para agradecer a las personas que hacen una diferencia en nuestras vidas”. Hoy, en esta ceremonia de grado, el evento más importante del año, nos corresponde acudir a este sentimiento, a esta emoción superior: la gratitud.
Gratitud: porque a pesar de la Pandemia, del miedo, del confinamiento, de la crisis económica, de las dificultades en la operación del servicio educativo y hasta de la misma muerte, hoy este grupo de sobrevivientes, se reúne en este recinto o siguen la transmisión a través de las redes sociales, para decirle a la vida: Gracias. Gracias porque: “Solo hay dos formas de vivir la vida: una, es pensando que nada es un milagro y la otra, es creer que todo lo es”. Y nosotros, en el Holguín Garcés, creemos en la segunda parte de la cita de Einstein: estamos haciéndonos conscientes que todo en la vida es un milagro y los milagros, sin duda, son dignos de toda gratitud.
Es un milagro que, durante más de un año, el sistema educativo se haya sostenido desde las casas de los docentes, con sus equipos, con su conectividad, con su decisión de seguir adelante. El sistema educativo que puedes calificar como quieras, existe hoy, gracias a los maestros de Colombia donde los nuestros fueron protagonistas de primer nivel terminando el año con clases híbridas, atendiendo dos y tres grupos de estudiantes en simultánea, cosa que ningún otro colegio realizó.
Es un milagro que, por ejemplo, las jornadas laborales de las profesoras de preescolar -y por supuesto de muchos otros profesores de primaria y bachillerato- se pudieran extender para adaptarse a los horarios disponibles de los padres de familia, sin reclamar excesos laborales, ni beneficios compensatorios, porque su profesión: la vocación excelsa de educar, se puso por encima de cualquier consideración.
Es un milagro que, todos los profesores, sin excepción alguna, conformaran equipos de planeación por proyectos, establecieran puentes interdisciplinarios, generaran mediaciones conjuntas y, precisamente en medio de la más grande crisis de salud del planeta, lograran hacer brillar con una luz espléndida, la razón de ser de la Pedagogía como reflexión de la praxis. Hasta terminamos ganando el primer lugar en el Foro Educativo Municipal.
Es un milagro que, regresando en primaria al sistema de maestro por grupo se lograra tener un contacto cercano con cada estudiante, un conocimiento más amplio de cada uno de ellos, al punto que nos ha permitido caracterizarlos para flexibilizar la ejecución de las sesiones pedagógicas en el 2022, atendiendo las particularidades del desarrollo y del aprendizaje de los estudiantes y no las frías programaciones que se hacen porque esto o aquello toca en este o aquel grado. Esto que se aproxima en la primaria, es -de verdad- una verdadera revolución educativa.
Es un milagro que la destrucción con la que nos amenazaba la pandemia, se convirtiera en construcción. Hoy, la aridez de nuestro terreno se ha convertido en una hermosa zona verde. En algunos sitios da la impresión de querer convertirse en un lindo bosque, el bosque los sueños, de la naturaleza, contagiando hasta los pasillos, como el del tercer piso, lleno de plantas de extremo a extremo. Y qué decir de los baños que tanto nos molestaban y que también se transformaron. Milagros que se siguen y se seguirán sucediendo, después de la construcción del Polideportivo, todo por el efecto de la gratitud que abre las ventanas de los cielos para derramar bendiciones hasta la sobreabundancia.
Es un milagro tener la fortaleza suficiente para seguir adelante pese a la tristeza por la partida al Padre de Dignory, de directivos, docentes y administrativos del sector educativo, de familiares, amigos, vecinos, conocidos y no conocidos a los que el Covid no les perdonó la vida, como sí nos la perdonó a varios de nosotros sin que logremos entender por qué a unos no y a otros sí. Y es un milagro tener la fortaleza suficiente para seguir adelante pese a la tristeza por la partida de Adielita: en el momento de su despedida con todos nosotros ella era la única feliz. Tal vez deberíamos detenernos a reflexionar el por qué de algo que a la razón le parece contradictorio.
Es un milagro que, nuestra jornada nocturna, la que tantos y tantos talentos artísticos generaba en el pasado, pudiera reestablecerse, a pesar de tanto y de todo. Queda claro que todo en lo que podamos creer se convierte en una creación.
Es un milagro que, pese a tantos y tantos y tantos y tantos requerimientos externos, seamos capaces de responder a todos ellos, sin contar con el personal administrativo y directivo suficiente. A veces nuestros funcionarios se disfrazan de superhéroes y logran lo impensable, a pesar del agotamiento, del sacrificio y de la incomprensión, superando las dificultades no solamente del trabajo sino también sorteando los problemas que habitan en nuestras mentes, producto de las dificultades de nuestros familiares, de las enfermedades de nuestros parientes y, en general, de las zancadillas de la existencia misma que, el budismo señala como necesarias y perfectas para el aprendizaje y que el cristianismo refuerza diciendo que “La voluntad de Dios es buena, agradable y perfecta”.
Es un milagro que, a pesar de todo, sigamos disfrutando de oleadas de felicidad, que nuestro clima laboral sea apetecible desde afuera, que muchos quieran venir a hacer parte de este maravilloso equipo, que haya profesoras lideradas por María Elena González que se preocupan de manera permanentemente por la unidad y el bienestar de todo el equipo de trabajo, organizando actividades que nos logran convertir en una Familia. Gracias
Es un milagro haber podido constituir y solidificar las Comunidades de Aprendizaje, espacios de planeación, reflexión, capacitación e innovación que se deben promover, mejorar y acompañar para que el lenguaje que se maneje sea institucional y los proyectos transversales, como el de turismo, sean eso: transversales y no esfuerzos aislados de quienes lideran los procesos desde la base.
Es un milagro haber logrado sintonizarnos con la vocación turística de la ciudad, hacer una migración en la especialidad institucional, reformar el PEI, el SIEE, el Manual de Convivencia, conseguir el programa Técnico en Operación Turística Local en desarrollo de la doble titulación con el SENA, vigente desde 2022 y que este programa, de acuerdo con los primeros dictámenes del equipo municipal que construye el Plan sectorial de educación, sea una de las necesidades del municipio de Cartago; que estemos ad portas de pertenecer como única institución educativa de todo el Norte del Valle y hasta del eje cafetero a los Colegios Amigos del Turismo: se vienen becas para estudiantes, formación para docentes y las salidas pedagógicas van a convertirse en una constante de nuestra actividad… al fin y al cabo eso es el Turismo: salir y no quedarse encerrado en las cuatro paredes de las aulas de clase.
Es milagro soñar con dos salas TIC renovadas con equipos nuevos, dotar una tercera y crear un aula de bilingüismo, más dos aulas interactivas y hasta una emisora. Sueños que se suman a nuestra red de intranet y que se hacen realidad desde la idea hasta su materialización y que hoy, con gran emoción, me permito anunciar con la certeza de disfrutar antes del mes de abril del año 2022.
En este punto del discurso comienzo a temer que estoy excluyendo muchos milagros, muchos reconocimientos: quisiera poder incluirlos todos, pero prefiero excusarme con los milagros no incluidos en este discurso, con el reconocimiento que merece cada celador, cada funcionario de servicios administrativos, cada secretario y secretaria, nuestra pagadora, nuestros directivos, nuestra docente orientadora y nuestro docente tutor, la Universidad del Valle, el SENA, el Club de Leones, la Universidad Cooperativa de Colombia y las restantes entidades que suelen apoyarnos.
No puedo terminar este discurso anunciando uno de los grandes milagros y “asignaturas pendientes”: El Plan Personal de Lectura inspirado en Borges. Como al que lo ha querido promover no le han creído, pues créanle a Borges cuando dice: “El único modo de leer es buscando un placer personal, un goce personal. La lectura debe ser una de las formas de felicidad”, pero de esto hablaremos el 3 de enero, garantizándoles con plena certeza que este plan mejorará el pensamiento crítico y la creatividad de los estudiantes, entre muchas otras virtudes… Y de paso, el rotundo mejoramiento de los resultados en las Pruebas Saber para que el milagro sea estar por encima de aquellos que sabemos.
Ustedes, queridos estudiantes que hoy se gradúan son fruto de todos los milagros anteriores y de todos los milagros reconocidos y no conocidos, del empeño que pusieron ustedes mismos en su formación y del asertivo acompañamiento de sus padres. A partir de hoy ustedes salen a hacer los miagros para sus vidas y para construir un nuevo país, el país que todos soñamos. Así que, adelante, buen viento y buena mar. Que todos los deseos de sus corazones se hagan realidad. Así que, metan a sus corazones muchos buenos deseos, porque del corazón habla el pensamiento y de los pensamientos nacen los sentimientos y de los sentimientos las acciones que se transforman en realidad.
¡Gracias!
Para ver el video de la ceremonia de grado, visite: https://fb.watch/9ykT4Zl8gR/
El discurso del rector puede verse desde 01:36:00
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